“La incidencia que tienen los políticos, funcionarios públicos y empresarios sobre la labor periodística es una amenaza”: investigación de la UTB

La investigadora Yessica Blanco presentó los resultados de su investigación sobre las influencias políticas en las salas de redacción cartageneras, durante el segundo día del Simposio Internacional de Periodismo. 

Yessica Blanco, comunicadora social y estudiante de Ciencia Política de la UTB, socializó los resultados de una investigación sobre la influencia de los poderes políticos en la labor periodística en Cartagena, y como ello incide en los roles profesionales de los periodistas en la ciudad.

Andrés Pérez Moreno y María José Rodríguez / Estudiantes de Comunicación Social de la UTB

Censura, autocensura, amenazas y persecución por parte de actores con poder político o económico son algunas de las consecuencias de la influencia política presente en las salas de prensa y, en general, en el ejercicio periodístico en Cartagena. 

Esas son algunas de las reflexiones que permite concluir la investigación Influencias políticas asociadas a los roles de los periodistas de Cartagena de Indias, realizada por la investigadora Yessica Blanco y socializadas durante la segunda jornada del Simposio Internacional de Periodismo celebrado en la UTB.


El estudio de Blanco muestra la capacidad de influencia que tienen políticos, funcionarios públicos y empresarios sobre la labor periodística en Cartagena, y como ello atenta contra la autonomía y el equilibrio informativo que asumen los periodistas en su ejercicio profesional.

Blanco expresó, con base en los resultados de su investigación, que en Cartagena los periodistas presentan una mayor tendencia a ser leales al poder, es decir, en mayor medida los periodistas fidelizan su labor profesional a la defensa de los intereses de grupos de poder, ya sea por temor a perder sus empleos o por la afinidad ideológica que puedan tener con estos actores. 

El estudio también muestra que esas influencias políticas sobre la labor informativa hacen que los periodistas pierdan interés en asumir el rol de perro guardián, que lleva a los periodistas a fiscalizar a los actores de poder; y el rol de educador cívico, que consiste en formar a la audiencia e investigar historias al servicio de la comunidad y no de intereses particulares.

De hecho -dijo la investigadora-, a mayor intervención de los funcionarios públicos en las salas de redacción de los medios de comunicación en Cartagena, mayor será la probabilidad de que los periodistas se identifiquen con los intereses de ciertos grupos políticos y sean fieles a ellos y a sus intereses.

Por último, ese fenómeno puede considerarse una “politización” de los medios de comunicación que termina matando el oficio periodístico. ¿La razón? Estos periodistas al no ejercer su oficio con juicio crítico e independiente terminan dejándose imponer la agenda por los intereses de estos grupos de poder.